[Reseña] True Detective 2×01: “The Western Book of the Dead”

Volvió la serie de culto creada por Nic Pizzolatto, con una segunda temporada bastante diferente a los que no dejó la primera, allá por el 2014.

por @diegui83

«Tenemos el mundo que nos merecemos.»

ATENCIÓN:

La próxima información contiene SPOILERS 

El desafío de Nic Pizzolatto de haber dejado la vara tan alta el año pasado, con una primer temporada de True detective con tantas lecturas, me hace reseñar este primer capitulo de la segunda, para ver como empezamos.

Si bien se sabia de antemano que esta temporada iba a ser diferente, el primer capitulo nos deja con bastantes diferencias a primera vista: un policía que ha pasado por todo lo malo imaginable cuya mente funciona a mil por hora (Matthew McConaughey), el compañero que se revela poco a poco como un bastardo de aquellos (Woody Harrelson), las múltiples lecturas a cada diálogo y encuadre, los tres tiempos de los personajes pues la historia se mueve a lo largo de 17 años, etc.

Lo que se pudo ver es un policial hecho y derecho, con personajes bastantes turbios, pero que no se asemejan a aquellos «Rust» y «Cole».

EL BUENO, EL MALO, EL FEO Y…

El Detective Ray Velcoro (Colin Farrell) tiene un pasado oscuro y un presente no tan brillante: padre de un hijo que ni sabe si es de él (pero que ama de igual manera) lucha con los vicios y por estar «atado» al mafioso de City of VinciFrank Semyon (Vince Vaughn), ya que años atrás Semyon le cambio la identidad del violador de su mujer por varios favores a futuro.

Semyon ahora es un hombre de negocios legal: con varios casino y un futuro proyecto para un tren, la vida criminal ha dado sus buenos frutos, aunque todo se cae cuando el autor intelectual del gran proyecto ferrocarril de Vinci, el administrador Ben Casper, desaparece y Frank debe lidiar con varias presiones de diferentes lugares.

Ami Bezzerides (Rachel McAdams), sheriff de Ventura County, es una mujer fría, a la que le conocemos la vida familiar por una redada que sale mal (hermana desnudista, padre gurú religioso al que todo le chupa un huevo). Una mujer con conflictos tanto externos como internos.

Por ultimo,  Paul Woodrough (Taylor Kitsch), policía de carreteras con baja temporal por una denuncia de índole sexual, supuestamente inocente, al que lo vemos bastante parco, incluso cuando llega a la casa de su novia y necesita de una pildora para ayudarse a saciar los bajos instintos de su acalorada cónyuge (la bella hija del cantante Ricardo Arjona, Adria Arjona). Tambien vemos que tiene unas quemaduras en su cuerpo y no sabemos bien de donde vienen. Seguro uno de los tantos misterios de la serie.

Los tres personajes confluyen, al final, en el hallazgo sin vida de Ben Casper, y pronto sabremos si estos personajes tendrán redención o se hundirán mas en la oscuridad y sus fantasmas.

El primer capitulo fue correcto, la intro a cargo de Leonard Cohen, con los títulos similares a la primera temporada son acordes a lo que se vio hasta ahora.

Por ahora no hay rituales sangrientos, ni pueblos chicos. Acá los fantasmas son mas personales, aunque intuyo que que esa oscuridad que acarrea cada personaje va a ir expandiéndose hasta infectar el caso en el que trabajaran juntos, y también toda la ciudad en la que se moverán.

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